miércoles, 5 de junio de 2013

Muy lejos

“[…] ojo no comas calamares si no están bien transparentes; y la merluza… que esté firme el filete, durito entendés, sin desarmarse”…
Esas fueron tus palabras una de las últimas veces que supe de vos; no puede haber más cariño en esa frase. Fuera del contexto de la carta, llegaba semana santa y por las dudas agregaste eso. Me hace sonreír. Me da ternura.

Que pena tan grande me genera saber que de nuevo te evaporás en el aire. Que de nuevo no sos capaz de cuidarme y un viento costero te sopla. Esa es la sensación: apenas te acercás y algo te aleja. Y me siento triste.


Volvió un sueño, otra vez, y otra vez: te volvía a buscar, solo para contarte como nos habían separado y no me dejaban llegar a vos. Te negaban, te ocultaban, te vigilaban. ¿Dónde estás? ¿Porqué te rodean así? ¿Por qué no logro alcanzarte? Solo alcanzarte para decirte, para que sepas, que nunca dejé de amarte.



lunes, 27 de mayo de 2013

Otra vez.

Voy a repetir esta entrada. Necesito repetirla. Ahí estamos vos y yo amor mío. Aquí estamos ahora y antes y siempre. Y mis brazos son tu cuna.


Rubén siempre me dice cosas. Cosas que no quiero pensar muy profundamente, porque luego viene Violeta y desde sus seis años dice - no me gusta la muerte porque se termina todo, todo!; para que entonces vivimos?, pero no entiendo! para que vivimos? yo no quiero morirme… mamá…. y llora y tiene miedo y siente ese vacío que conozco, que conocemos, que todos conocemos. Y me imagino el mismo vacío en el hambre y en el frío y la misma pregunta, o ya sin pregunta. Y Rubén dice: - hay que contar historias para atravesar los uniformes - entiendo las más máscaras, las durezas, los dolores, los disfraces eternos y genuinos, creíbles pero mentirosos. Él dice: - contar una historia a los hijos para que puedan dormir y otra historia a los amigos para que puedan despertar.
Y pienso una historia, suave y dulce para envolver a mi amor en un sueño tranquilo y verdadero, para que me crea mi insegura seguridad, para que me crea la eternidad, para que me crea que mi amor la alcanza y la guarda. Pienso una historia para vos, no para que duermas, una historia para que latas eterna y sin dudas.

Ahora... amigo, te pido tu parte, por favor. Contame una historia para despertar.

Del diario de viaje de 2011 - Granada

28 de septiembre de 2011, a las 5 AM me levanté. El vuelo salía a las 7:30 AM y me llevaría a la soñada Granada. Pequeñas calles con veredas de damero. Fui a la oficina de turismo y pedí un plano: ¿cómo llegar a la Alhambra? En colectivo, quiero ir en colectivo. Mi ticket, comprado tres meses atrás, indicaba mi acceso a las 14 horas. Las 7700 visitas diarias permitidas están organizadas con horario, si no llegás, lo perdés. Tenía tiempo para caminar. [...]
Me tomé el micro (euros 1,50), te sube por la montaña hasta la Alhambra.

Palacio Nazarí




Parece que en UN ANTES sabían que querían decir, ¿luego qué paso? ¿hoy cuál es la materia que no nos hable únicamente de fugacidad? ¿que queremos decir...? ¿que somos fugaces? Eso ya lo sabemos, y lo sabían todos: antes y ahora, no es novedad.



Mandé postal a casa y a Karina desde el correo central de Granada. Volví a caminar por sus callecitas, bellas. Busqué el micro y volví al aeropuerto: 21 hs.
Pareció un sueño sentir los aromas y escuchar correr el agua en los hermosos jardines del Generalife. Ver la ciudad desde sus miradores y recorrer cada pasillo de los Palacios Nazaríes, donde cada una de sus paredes es una escultura y sus pisos un cuadro.Símbolos en cada estancia, leyendas e historias que se repiten y palabras talladas en sus muros.


En uno de ellos decía: Bendición.

martes, 25 de octubre de 2011

Cuando hago un PUNTO es cuando te necesito


Este es un punto. A veces hago punto y paro. Veo a mi alrededor, y lo que quedó adentro. No son hechos, no son acciones, ni siquiera son recuerdos: son amores.
Amores reales, vividos con cada pedazo de persona que fui y que a veces me gusta volver a buscar. La busco y allí está.
Sé que esa persona que fui en cada amor, está en un rincón; guardando ese amor para ese ser a quién atravesó. Y allí, en ese rincón, estoy. Puedo verme como un otro; a veces, apenas puedo reconocerme. A veces ingenua, a veces impulsiva, torpe, apasionada o llorosa. A veces, a veces, a veces. Miles de amores de todo tipo, de abuelos, de mares, de lluvias, de hermanos, de amigos, de escuela, de playas y de hombres. Hombres, los amores de hombres que aún me aman. Todos esos amores guardo, porque, aunque en cada uno fui un ser igual y también distinto me gusta encontrarme en ellos y sentirlos. Estoy abrigada.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Dimensiones sin tiempo

Baldosas flojas, el paso izquierdo y el derecho intermitentes le mostraban el camino seguro que evitaban los charcos. El amarillo con ranuras conservaba no solo la penumbra típica del crepúsculo vespertino, sino también su silencio en ese recorrido maquinal y herrumbroso. La lentitud no era por años ni por enfermedad, solo se había vuelto lenta. Todo lento. Quizá el tiempo, también, ahora era lento gracias a esa lluvia de gotas pequeñas y esparcidas que aminoraban cada acto.
Eludida de la realidad, desentrañaba un fragmento. Un recorte. Una chispa de tiempo inconsolado, de esos que no se quieren dejar morir en el olvido, que sobrevive acurrucado en un escondite de la memoria, resguardado. Solo para uno y solo para esos momentos casi tristes.


Un recuerdo, Un recuerdo que me envuelva y me consuele del miedo. De los miedos. Un recuerdo donde poder revolcarme, blanda y liviana, sobre un sustento cálido.
Levemente llega, con una lluvia casi como esta, en el final de otro crepúsculo sobre una pequeña terraza oscura. Pequeña…, pequeña era la terraza. Solitaria y quieta. Olvidada tras una persiana vieja que pocas veces se abrió, pero que el húmedo calor esa noche la mantenía abierta y llena de promesas. Pequeños también eran los cuerpos bajo la eternidad por partes estrellada, con gotas que los mojaban a un solo ritmo, en un solo latido, con los brazos abiertos extendidos, las manos enlazadas y los rostros al agua. Un instante recortado. Recortado del olvido para besarme en un día gris como el de hoy y elevarme a esa dimensión instantánea. No hubo tiempo, no hay tiempo. No es hoy, ni mañana, ni ayer. Recuerdo único, eterno y proyectado especularmente hacia el interior de mi cielo. - cris -

sábado, 26 de febrero de 2011

El coronel comprobó que cuarenta años de vida común, de hambre común, de sufrimientos comunes, no le habían bastado para conocer a su esposa. Sintió que algo había envejecido también en el amor.




de "El coronel no tiene quien le escriba". Gabriel García Márquez

viernes, 18 de febrero de 2011

Boggio, era un día de despedida.

Cuando nos cruzamos con Pulti caminando la noche del 30 de enero por Playa Grande, solo fue para pedirle tu teléfono. Fernando dijo: - seguro esperaba que nos quejáramos de algún bache marplatense. Con asombro, cortó una comunicación y nos quedamos hablando unos diez minutos de vos, nos dio un celular y al día siguiente nos estaba pasando la manera de ubicarte.

Raro que contestaras un número celular. Fuimos directo a un cafecito, lleno de cuadros y un jardín atrás. Raro también que a las seis de la tarde te encontráramos después de ocho años de no vernos. Sorpresa para todos, y mucha alegría. Siempre flaco, con la misma media pelada y un atuendo boggiano lleno de collares, fuera de todo movimiento estético actual. Siempre Boggio y que todos se la chupen.

Nos sentamos con gaseosa helada y vos tu whisky, en una hora, sin detalles, nos abrazamos muchas veces y hablamos. Como siempre nos llenaste de consejos. Pude decirte todo lo que siento y he sentido desde que te conozco. El profesor fue la anécdota. Creo que nunca llegaste a percibir lo que nos has dado a cada uno: nos diste sustento, materia con la que poder trabajar, asirnos a la vida, moldearla y hacérnosla. Nos diste garra, desparpajo, descaro, impertinencia, pura pasión. Solo pasión.

Pude decirte, ése día, que fuiste – sos – una bisagra fundamental en mi vida. Mi vida, una vida común de una persona común, condimentada con cada cuento de Borges, Cortázar, Galeano, Eco, Saenz, Onetti, Blanstein, Castillo, Bioy y miles. Pasión a la literatura que es “descubrir lo que está y no se ve” o “un poco de locura que nos salva de la locura absoluta”. Y así como me hiciste tamaño regalo, sé que a todos quienes pasamos por esos extraordinarios talleres tuyos nos abriste un universo impresionante, con la posibilidad de la creación, de todas las posibilidades de la propia creación sin límites.

Daniel, ¿te diste cuenta de eso? - Yo sé, yo sé me contestaste, cortándome la frase; por suerte insistí y también te dije que te quiero, mucho. Que has sido un amigo, pero sos un maestro.
Eso fue el 31 de enero. – Cuándo vuelvan en febrero, me llaman a casa y les hago un asado. Daniel, quiero ese asado.
-Cris-


http://www.lacapitalmdp.com/noticias/Espectaculos/2011/02/18/173430.htm?ref=ar

jueves, 11 de noviembre de 2010

Sentido Pueblo

La imagen catódica me inmoviliza ante tus ojos, negros y aguados con tormento. Ojos repetidos en tus brazos, hacia adelante y hacia atrás en multitud interminable de consenso. Mueca aturdida en cuadras y cuadras de turba en paso gris lento, constante, que de a tanto grita colores destellantes para despertar del sueño. Pero no, congregados casi religiosos, la marcha mantiene su sonido y su color, sobre un fondo de calles y de símbolos repetidos tantas veces como patria, nuestra patria.
Quizá pensaba que participábamos de universos distintos en el mismo suelo, pero tus ojos…, todos tus ojos me alcanzaron el centro y el dolor; y, acaso me di cuenta, como dice el autor(*), que combinamos nuestras percepciones diferente y construimos otros objetos... Pero nos duele igual.

Sigo frente a la imagen – inmutable - porque en este momento estoy caminando. En este mismo instante soy otro par de ojos también nublados que quiere ser todos con todos, no importa el objeto.

(*) del Cuento El Inmortal de J. L. Borges

sábado, 27 de febrero de 2010

Escritura o Escribir?


Un sentimiento pasión por la idea de escribir. Pero porqué?.
Para Aristóteles la escritura servía para registrar el habla. Saussure, define la escritura simplemente como un sistema de signos que representa en forma visible la lengua hablada.
Escritura, siempre ligada a la idea de oralidad; aunque el signo escrito sea de naturaleza visual, cuando hablamos es de naturaleza auditiva (o cuando le leemos a un amor). También enuncia Saussure que la única razón de ser de la escritura es representar a la lengua… Seguro que no me alcanza para hacer un análisis de definiciones de señores lingüistas, antropólogos y sociólogos. Pero se me hacen tan escasos; tan intelectuales, endurecidos dentro de un corset de pasos para ser científicos. Porqué esta pasión por la escritura?.
Está bien, no pensemos en “escritura”, pensemos en “escribir”. Escribir es de uno, para adentro, está adentro y el desafío es sumergirse en ese mar; de noche, siempre tibia, pero noche. Oscuridades y sombras dulces, los ojos ciegos por lo negro y de a poco se van dilatando; de a poco se empieza a descubrir. Mundos. Mundo. Miles de mundos y un mundo. Ese oscuro que es todo desconocimiento y ese oscuro que a veces se le escapa un brillo de desconocido origen. Y ahora empieza a ser conocido. Escribir no es escritura. Escribir es adentro. Escribir es entidad, persona, es. Con un contorno, un volumen, un ser. Escribir nos entra y cuando le somos percibidos, ahí y solo ahí quizá se pueda expresar, pueda salir y lo creemos propio. A Escribir le gusta que pensemos eso. Sabe que de ésa manera tenemos una posibilidad más de creer. Sabe que de esa manera tenemos una posibilidad más de sosegarmos. De creer que algo inmortal es cierto. De que inmortal hay pero que todavía no lo sabemos. Y como Escribir aparece como cuerpo del espacio desconocido, lleno de letras (reales), de signos (reales) y sentimientos (reales). Entonces Escribir es real. Es inmortal. Lo creemos propio. -Cris-

Imagen: Caligrafía de Silvia Cordero Vega

lunes, 11 de enero de 2010

El amenazado

Es el amor. Tendré que ocultarme o huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La
hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras, la vaga erudición el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad, las galerías de la Biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?

Estar contigo o no estar contigo, es la medida de mi tiempo.

Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por la ventana, pero la sombra no ha traído la paz.
Es ya lo se, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con su pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos que cercan, las hordas. (Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.

El Amenzado poema de Jorge Luis Borges

jueves, 31 de diciembre de 2009

Falso Pudor

Fin de año lleno de cosas, me apartó de este espacio querido. Y como tengo la cabeza un poco quemada a esta altura, quiero reescribirles un tramo de texto que encontré:
..."En su diario íntimo Charles Baudelaire confiesa: Todos esos papanatas de la burguesía, de cuya boca solo salen palabras como deshonesto, deshonestidad, honestidad del arte y otras sandeces por el estilo, me recuerdan a Louise Villedieu, una putilla de cinco francos, que me acompañó un día al Louvre, donde nunca había estado. Cuando pasábamos por delante de las estatuas y cuadros inmortales, se ponía colorada, se tapaba el rostro, y me tiraba la manga, preguntándome cómo se podían exponer al público semejantes obscenidades".

lunes, 16 de noviembre de 2009

Despertar

Rubén siempre me dice cosas. Cosas que no quiero pensar muy profundamente, porque luego viene Violeta y desde sus seis años dice - no me gusta la muerte porque se termina todo, todo!; para que entonces vivimos?, pero no entiendo! para que vivimos? yo no quiero morirme… mamá…. y llora y tiene miedo y siente ese vacío que conozco, que conocemos, que todos conocemos. Y me imagino el mismo vacío en el hambre y en el frío y la misma pregunta, o ya sin pregunta. Y Rubén dice: - hay que contar historias para atravesar los uniformes - entiendo las más máscaras, las durezas, los dolores, los disfraces eternos y genuinos, creíbles pero mentirosos. Él dice: - contar una historia a los hijos para que puedan dormir y otra historia a los amigos para que puedan despertar.

Y pienso una historia, suave y dulce para envolver a mi amor en un sueño tranquilo y verdadero, para que me crea mi insegura seguridad, para que me crea la eternidad, para que me crea que mi amor la alcanza y la guarda. Pienso una historia para vos, no para que duermas, una historia para que latas eterna y sin dudas.

Ahora, amigo, te pido tu parte, por favor. Contame una historia para despertar

jueves, 29 de octubre de 2009

Cartones

La rambla se veía tranquila, la estación llenó a los árboles de ojos con miles de colores verdes, testigos de una rutina cotidiana y tranquila. Los autos pasaban en ambas manos, y con sus tantos colores reflejaban destellos casi de adorno navideño. Tarde que desaceleraba la semana y se hacía plácida.

Paró el carro. En pocos movimientos desarmó las cajas y las dobló. Las acomodó en el carro haciendo lugar y no dejando espacios libres que redujeran la capacidad.

Violeta me preguntó: - mamá, ¿para que junta ése chico los cartones?.

Imagen: Liliana Maresca - "Carrito de Cartonero" (reconstrucción). Materiales de desecho, madera y pintura.

lunes, 19 de octubre de 2009

Como son las cosas o Cómo son las cosas?

Nada tenía porqué ser cuestionado. Cada mañana a las seis, pantuflas al pie, se acercaba al espejo y se pasaba las manos por la cara. Luego... la pollera negra y la camisa de ése día, que podía ser con pequeñas flores o con círculos verdes, negros y amarillos o, quizá, depende la estación, de una franela lisa. Todo sobre la enagüa siempre oscura, negra, de satén y puntillas. Tomaba los zapatos, por supuesto con taco, (no puedo caminar sino) y las medias con liga. Al baño. La ducha no se estila todos los días. Asearse completa y la cabeza una vez por semana. Lentamente se vestía. Impecable. Sumamente prolija. Se peinaba con el peine de cola, marcando un flequillo ondulado sobre la frente y sobre las orejas. Podría decirse que estaba vestida, pero no. Siempre, siempre, antes que cualquier otra cosa, el lápiz de cejas las delineaba, un poco de celeste sobre los párpados para resaltar el mismo color de los ojos y por último y sumamente indispensable un suave labial colororeando su boca.
Ahora sí. Podía ir a la cocina, llenar la pava y empezar a preparar el mate a su marido para despertarlo.

lunes, 5 de octubre de 2009

Búsquedas

No se trata de ser inteligente. No se trata de parecerlo. Se trata de encontrar las palabras adentro: ansiosa, nerviosa, tímida, alocada y amorosamente que resuenen sosiego.